13 de febrero de 2015

Centro de Recuperación de Partes

                                         

Centro de Recuperación de Partes

De un tornillo a un motor, todo puede ser reutilizado en R-100

Facundo Roque N.
Ruta Cien

¿Podría usted imaginar 1,200 motores, 3,800 ejes traseros y delanteros, 600 transmisiones, más de 1,000 rines para autobuses, aproximadamente 60 mil toneladas de llantas y 8,500 tambores de 200 litros almacenados en un solo lugar?

Pues Bien , si no lo sabes aún, compañero, Autotransportes Urbanos de Pasajeros R-100 cuenta, desde hace aproximadamente cinco años, con una superficie de más de 150 mil metros cuadrados en donde tiene almacenada gran cantidad de partes mecánicas: el módulo de recuperación de partes o "Cabeza de Juárez", ubicado en la calle de Fuerte de Loreto no. 423, colonia Ejército de Oriente, en la delegación Iztapalapa.

Sin embargo estas refacciones no son nuevas, sino las que se recuperan de los autobuses que ya no son operablesy que provienen de los diversos módulos/taller.

En este módulo de recuperación de partes, adscrito a la gerencia del mismo nombre y dependiente de la dirección técnica, se tiene como objetivo principal, nos dice el señor Roberto Sánchez de la Rosa, encargado de las instalaciones, la recuperación al máximo de las piezas reutilizables.

Estos componentes, previa selección e inventario, son distribuidos a los módulos para que se reutilicen en unidades que están fuera de servicio por falta de alguna pieza. "Pero no sólo eso -nos dice nuestro entrevistado- aquí también llega el personal de mantenimiento de los módulos. Nos traen piezas que en algunos casos ya no son reutilizables y se les cambiamos por otras que se encuentran en buen estado, a fin de que las utilicen en las unidades localizadas en los talleres".

Rines, muelles, peines de muelle, transmisiones, motores completos, ejes traseros y delanteros, además de llantas y corbatas, son algunas de las "pilas" que se observan al entrar a estas enormes instalaciones. "Aquí tenemos de todo, desde un simple tornillo hasta la pieza más sofisticada para andar a echar un camión", nos dice el señor De La Rosa, al tiempo que se observa al fondo gran cantidad de llantas que, según el último inventario, alcanza un número superior a los 60 mil. "Imagínese, cada llanta pesa 45 kilos, o sea, tenemos en almacén 270 toneladas de llantas inservibles que en cuanto se decida se realizará el concurso para su comercialización".

"Claro, estas llantas son utilizadas por algunos personas en la fabricación  de huaraches, tapetes y hasta para macetas", dice el señor De La Rosa cuando le formulamos la pregunta sobre la utilidad que se da a estas llantas.

En nuestro recorrido por las instalaciones nos pudimos percatar del gran número autobuses-chatarra que existen -"hay aproximadamente 950"- desde los más antiguos -GMC, Ford y Dodge- hasta los más nuevos modelo 1985 Masa Somex y Convencionales o trompudos, algunos de los cuales se encuentran totalmente desmantelados y otros están en espera del dictamen para ser reconstruidos.

Todos los autobuses que en los módulos se han considerado chatarra o que, definitivamente, requieren de reconstrucción integral, son traídos al Centro de Recuperación de Partes porque si se dejan en los módulos, "el personal de mantenimiento de éstos los hace presa del "canibalismo"; esto es, les quita todas las piezas reutilizables para reparar otros autobuses que requieren una compostura menor", se queja nuestro informante.

Algunas de las unidades chatarra que hay en este centro conservan incluso los colores de las líneas que tenían los ex permisionarios: "los tenían en reparación o como chatarra en los módulos, incluso en la calle y tuvieron que ser traídos aquí con grúas. Nunca fueron utilizados por R-100 para ofrecer servicio".

Cómo nació el Centro de Recuperación de Partes

Uno de los objetivos prioritarios de Autotransportes Urbanos de Pasajeros R-100 es aprovechar al máximo los recursos materiales disponibles, como un mecanismo eficaz para hacer frente a la escasez y encarecimiento de refacciones y componentes.

Por ello, a finales de 1983 se inició en el organismo el Programa de Recuperación de Partes de las unidades chatarra, a tráves de una serie de acciones tendentes de detectar, controlar y distribuir las refacciones utilizables o susceptibles de ser reconstruidas adecuadamente. Las piezas reutilizables deben pasar una serie de pruebas para considerar su colocación en los autobuses que ofrecen servicio, porque en ningún momento se puede poner en peligro la seguridad de los usuarios.

En la actualidad este programa es significativo para lograr la operación de las unidades, ya que ante la falta de recursos económicos y en consecuencia la reducción de partes mecánicas en almacén, los componentes mecánicos producto del programa de recuperación de partes están sirviendo de apoyo a los módulos/taller y a las empresas reconstructoras de autobuses al poner a disposición de éstas los sistemas y componentes que son recuperados de las unidades desmanteladas en forma eficiente y oportuna, como ejemplo les diremos que en los meses de enero a febrero el personal que labora en el Centro de Recuperación de Partes logró el desmantelamiento casi total de 58 unidades, recuperando desde simples accesorios, asientos, cristales, pasamanos, volantes, hasta motores completos.

Pero no todos los componentes mecánicos que se retiran de los autobuses chatarra son reutilizables; algunas piezas definitivamente ya no sirven, por lo que se almacenan como desechos metálicos para su comercialización. Una idea de la gran cantidad de partes mecánicas que se desechan es la siguiente: en 1988 se almacenó la cantidad de 5,484 toneladas de desechos metálicos.

La reconstrucción de unidades

Nos informó el señor Roberto Sánchez de la Rosa que a últimas fechas las unidades que llegan al Centro de Recuperación de Partes no siempre son desmanteladas, sino que algunas son consideradas susceptibles de reconstrucción.

"Estas unidades -nos indica-, después de minuciosa revisión pasan al Centro de Reconstrucción ubicado en esta mismas instalaciones para su reconstrucción total por parte de trabajadores del mismo organismo. Este programa prácticamente se inició en la actual administración, ya que la mayoría de los autobuses reconstruidos anteriormente eran enviados a empresas privadas para su reparación".

La selección de partes

El encargado del centro, en otra parte de su explicación, señala que al entrar las unidades al Centro de Reconstrucción de Partes, el personal de vigilancia lleva a cabo el reporte minucioso de las partes con que cuenta el autobús. Ya en el interior, el personal a su cargo inicia el desmantelamiento de las unidades -"hay personal especializado para quitar cada una de las piezas"- y cada uno de los componentes, antes de ser entregado pasa un riguroso examen de control de calidad para estar en posibilidades de determinar si es posible su reutilización. De lo contrario, son enviadas a reconstrucción o al depósito de desechos metálicos.

Respecto al convenio que R-100 tenía con Siderúrgica Nacional S.A. (Sidena) empresa que se encargaba del desmantelamiento de las unidades con el propósito de recuperar para el organismo las partes aprovechables o susceptibles de ser reconstruidas, dando a cambio como pago a dicha desmantelación los desechos metálicos generados, se informó que este convenio está suspendido y que la causa por la que "usted ve que existe gran cantidad de desechos metálicos almacenados", nos dice el señor De La Rosa. Añadió que es importante que se inicie ya la venta de estos desechos porque ocupan mucho espacio que puede ser aprovechado para otros fines.

Finalmente se informó que con la autorización de la Secretaría de Programación y Presupuesto, a partir de 1984 se han efectuado concursos para la venta de diferentes desechos metálicos, llantas y corbatas, así como tambores que han permitido al organismo obtener recursos económicos, mismos que han sido captados a través de la oficina de Comercialización, dependiente de la Dirección de Administración.





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