¡Se Acabaron los Amarillos!

¡Se acabaron los amarillos!

El adiós a las viejas unidades implica muchos cambios en Ruta 100

Ruta Cien

Los cambios que paulatinamente se vienen dando en R-100 desde 1989, tanto en la reorganización administrativa y operativa como en la homologación del parque vehicular y cambios de motores de baja emisión de contaminantes, y la nueva imagen en los autobuses sin duda están ya presentes en la mayoría de la población.

Poco a poco va concluyendo la parte que a Ruta 100 corresponde dentro del Programa Integral del Transporte del Distrito Federal. Como resultado de ello, a partir del presente mes (marzo 1991) desaparecerá, no sin cierta nostalgia, las unidades amarillas de todas nuestras rutas.

Con ellas se van, para decirlo de alguna manera, la etapa de estira y afloja, en lo que se refiere a la consolidación de un organismo que proporciona un servicio tan importante como el que ahora pretendemos y creemos estar dando.

También se va la separación, casi vista con naturalidad, entre empleados de confianza y de base; de la misma manera quedan atrás la anarquía en la operatividad de los módulos y el divorcio con el SUTAUR-100.

Quedan en el pasado la cascada de vicios y buenas y endebles intenciones. Simbólicamente se va todo ello con las unidades amarillas, cuando a partir del presente mes sea imposible encontrar una sola en las 247 rutas que conforman nuestra red de servicio.

La imagen que quedará, seguramente de dichas unidades, es de "chimeneas humeantes", de armatostes abollados, con vestiduras rasgadas, vidrios rotos y desgastados.

Sin embargo, estos autobuses, en su momento, con su capacidad mecánica y material, conformaron el bastión que el gobierno de esta gran ciudad decidió tomar para proporcionar un servicio de transporte digno y barato para una población demandante de éste.

Gracias a la entrega, conocimiento y, por qué no decirlo, a la peripecia de los trabajadores, estos camiones resistieron más de una década de trabajos forzados.

Adiós a los "delfines", "galleteros", algunos convencionales y metrobuses. Adiós a los que aguantaron hasta esta etapa de consolidación. Adiós a los llamados por algunos medios de comunicación como "sabritones".