En el primer minuto del 16 de enero de 1982, estalla la primera huelga en Ruta 100. Iniciada por la Union de Operadores, Mecánicos y Ayudantes de la República Mexicana (UOMATU), cuyo asesor jurídico era Ricardo Barco.
Entre sus demandas estaban un aumento salarial del 50%, la reinstalación de 300 trabajadores despedidos, así como la destitución de funcionarios corruptos en los 37 módulos, también que no se les presione para que ingresen a la CTM.
Debemos recordar, el Departamento del Distrito Federal, había firmado el contrato colectivo de trabajo con el Sindicato Único de Trabajadores del Autotransporte, lidereado por Refugio Gutiérrez Ortega y que estaba afiliado a la CTM. Aquí estaba el problema principal, como sabemos, la CTM ha sido siempre priísta y por ende, es un instrumento del estado para controlar a los trabajadores.
Ricardo Barco argumentaba que la Línea Lomas de Chapultepec firmó el contrato colectivo con la UOMATU (representada por la Confederación Revolucionaria de Trabajadores) el 12 de febrero de 1981 y por ese hecho, se desconocía cualquier pacto con la CTM.
La ciudad fue un caos, el metro, taxis, trolebuses se vieron superados por la demanda de la gente en buscar trasladarse a sus destinos. Vehículos oficiales apoyaron en trasportar a la ciudadanía.
Nos vemos.
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